martes, 11 de octubre de 2022

YO TAMBIÉN TUVE QUINCE AÑOS

En pleno siglo veintiuno, donde todo se maneja con tecnología de punta, cabe destacar que el idioma nuestro ha variado en su forma,   en su estilo , en su intención más no en su armonía. Los jóvenes se han encargado de empobrecerlo con aquellas palabras desobligantes, despectivas, hirientes y discriminatorias para referirse a los mayores de edad o adultos llamándolos: viejo, anciano, abuelo, cucho, vejestorio, centenario, reliquia, decrépito, estorbo, etc. como si cumplir sesenta años fuera pecado, para esta sociedad que entierra todos los días más niños y mujeres que adultos mayores. 


Lo anterior tiene una explicación desde lo ético. Los valores humanos se han perdido en casa. En comunidades como la nuestra, donde los hijos mandan, ordenan y castigan a sus padres, no hay norma que valga o que se cumpla. El caos reina con holgura. El respeto se acabó, la cordura se perdió, las responsabilidades se fueron al desierto, el buen trato salió corriendo, la violencia es el pan de cada día, y la disgregación familiar ondea como bandera en juegos olímpicos, con la consigna de divide y reinarás. Los niños deben asumir el doble papel de hijastro (a), porque la solución es el divorcio, nadie controla a nadie. El dinero es la esclavitud humana. La hipocresía, la deshonestidad, la trampa, el engaño y la deshonra, son las hijas de la Anarquía. No hay moral. No hay orden. No hay ley.  Ilustración de Deposiphotos.

En consecuencia, los adultos mayores somos conejillos de indias, pues todo nos cae encima. Nadie nos da trabajo. Ninguno confía en nosotros. Sólo nos queda recordar nuestro hermoso pasado, que aún hace mella en nuestro cerebro. Recordar es vivir, remembrar los momentos inolvidables es una terapia eficaz para fortalecer la existencia de los mayores de edad, que todavía hacen deporte, para demostrar energía, ganas de vivir, de luchar por los seres queridos, que muchas veces son los que dan la estocada final, cuando determinan hospedar en los albergues u hogares geriátricos, a todos los abuelos que ya son una carga, para los  hijos, que aprovecharon la juventud, el sacrificio y la dedicación de sus padres a la crianza,  convirtiéndose en lobos feroces, que les quitan todo y no le reconocen nada.

Para concluir, los ancianos de sesenta y ochenta años, son Directores, Gerentes, Presidentes, Administradores, Jefes y Mandatarios en el Viejo Continente, Japón, China, Estados Unidos,  India y Singapur. Su experiencia, sabiduría y consciencia lo hacen la persona más preciada en la sociedad. En Colombia no tienen el mismo valor.

LES CUENTO UN MINICUENTO

En un pueblo no muy lejano de nuestra patria, se hallaba un estudiante que sólo llevaba la intención de divertirse obstaculizando las clases de sus profesores. Molestaba a sus compañeros pegándoles en la cabeza y los hacía gritar del desespero, de esa manera interrumpía las orientaciones del docente de turno, que siempre le llamaban la atención a Julián y le castigaban, dejándolo sin descanso y encerrado en el salón. Cosa que enfurecía al muchacho que ya cumplía los doce años. En una reunión del rector , los profesores y representantes de la comunidad educativa, se decidió desescolarizar al educando y enviarle talleres para desarrollar en casa, y así no quitarle su derecho a la educación.

El tiempo pasó rápidamente. Se notaba la tranquilidad en las distintas clases, todo era armonía en la escuela, hasta que de un momento a otro se sintió olor a quemado, el humo se dejó ver entre negro y gris, cosa que alertó a las autoridades del lugar, quienes de inmediato observaron que la biblioteca del plantel ardía en llamas, lo cual obligó al auxilio del cuerpo de bomberos, que en un abrir de ojos llegó al lugar y controló el fuego. El suceso dejó la pérdida de ciento cincuenta textos entre matemáticas, ciencias y castellano. Luego de investigaciones se estableció que el culpable de todo había sido Julián Villamizar, quien fue puesto a ordenes de las autoridades competentes y quien confesó que lo había hecho en represalia por las burlas de sus compañeros, cuando fue sancionado.

Descubra la palabra que se encuentra encerrada.

Así se le llama al niño que no presta atención:    orjadzosednaire.

AL FINAL FUERON CUATRO GOLES DE DIFERENCIA. Este 16 de diciembre día en que empezaron las novenas de aguinaldo, por el nacimiento del hijo d...