Ayer día de los Santos Apóstoles, Pedro y Pablo, se evidenció un milagro enorme, en materia deportiva, ubicado en el Estadio Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín. El cuadro escarlata de Antioquia se fue arriba en el marcador, en una situación polémica por una mano anterior a la jugada de la anotación de Francisco Fydriszewski a los 18 minutos del primer tiempo. Posteriormente en avanzada del cuadro capitalino se cobra un tiro de esquina, y en doble cabezazo , el volante de llegada, H. Mosquera la pone al palo derecho del cancerbero Washington Aguerre, quien sólo se quedó mirando la pelota que se anidaba en su red. Esto ocurrió al minuto 34 de la primera parte.
Para la segunda parte, el onceno Bogotano salió más cauteloso. Sin regalar espacios en la zona medular, donde la escuadra montañera desarrolla su potencial, pero sin tener buena definición. La pelota era del Medellín, que no descifraba el orden táctico de los leones, que al minuto 32 de la parte complementaria se apodera del balón y logra hilvanar una jugada aislada de López, quien a pase de Rodallega; ya lesionado entabla la corrida del siglo, deja dos rivales y mete el centro atrás donde aparece el cojo, Hugo Rodallega que, con su experiencia, madurez, técnica y ayuda celestial, hace contacto con el balón. Es aquí donde el genio, de manera espectacular con su parte interna empuja el balón arriba y con potencia, para dejar sin chance al cancerbero uruguayo, que de nuevo queda sin palabras. Ahí ya se sabe que la divinidad es hincha esta vez del cuadro rojo capitalino, que suma diez estrellas en su camiseta, sin ganar ni una sola libertadores de américa, como Nacional y Once caldas.
Por su parte el Independiente Medellín, vuelve a quedar con los crespos hechos. En su propio estadio Atanasio Girardot, se quedó leve, tímido, asustado, como si una final no fuera para los jóvenes, que luego de anotar primero, le entregaron el partido al conjunto escarlata bogotano, que con experiencia, marca, orden, y un coraje por las nubes, hicieron posible que los seguidores del equipo de los pobres en la capital del país, diera la vuelta olímpica en la cuna de los montañeros.
En términos generales, el mejor equipo del fútbol colombiano fue el rojo de Bogotá, que al final se convirtió en el cuadro que mejor jugó de local y visitante, con un goleador resucitado que le dio como pudo, el título del rentado colombiano. Los arbitrajes muy polémicos, el Var muy criticado, los técnicos perseguidos, los jugadores en estados lamentables y uno que otro susto por desmayos, golpes en la cara, y patadas inmisericordes, con cerca de tres tarjetas rojas por cada partido y diez amarillas como promedio, hicieron calificar al balompié nacional como bueno, productivo en goles y atractivo en la definición.
Y USTED QUÉ HARÍA?
Un padre de familia hace ingentes esfuerzos por darle a sus hijos un premio por ganar el año lectivo en el colegio. Hace un préstamo de diez millones de pesos y los lleva a Cartagena. A los pocos días se da cuenta que uno de sus hijos perdió el año. ¿Qué debe hacer?
Encuentre la palabra escondida. PADARGIAM