EL FÚTBOL PROFESIONAL COLOMBIANO SIN COPA LIBERTADORES.

Es increíble pero cierto. No tenemos representante en la otra fase de Copa Libertadores de América. Escuadras de renombre internacional como América, Nacional, Tolima, Junior, Deportivo cali, ya no suenan ni truenan como antes. Volvimos a caer en la apatía, la falta de pundonor deportivo; la escasez de jerarquía, el miedo escénico, el mirar a equipos chicos por encima del hombro,etc. Circunstancias que los fanáticos, los hinchas o simplemente los aficionados al balompié, así como la crónica deportiva, no comprende, y sólo surgen por doquier, un sinnúmero de interrogantes y achaques de los unos sobre los otros; por buscar una respuesta seria y verdadera.

Los más entendidos en la materia, advierten que lo de la pandemia pesó mucho en nuestro entorno; pero igual diríamos de toda Sudamérica. O es que los Uruguayos, Brasileños, Argentinos, Ecuatorianos, etc. No sufrieron del covd-19. O será que los remedios fueron más efectivos que los nuestros.Es cuestión de entrenadores, que son los que al final pagan los platos rotos. Serán los directivos que volvieron a contratar, creyendo en la palabrería de los empresarios. Se volvió a la época de los paquetes chilenos. Más bien la teoría de segundas etapas , no funcionan, como en el caso de, Juan Carlos Osorio, en Nacional. Otro cuestionamiento, puede ser en la parte económica; no había buenos premios, por aquello de las taquillas fantasma. Tal vez la falta del jugador doce en la tribuna se hizo relevante. En fín, podríamos hacernos mil interrogantes y nada cambiaría este panorama oscuro del deporte de multitudes.

Para concluir este pequeño esbozo, sólo falta que esta noche el junior de barranquilla, que sólo necesita un empate; pués lleva la serie a favor(1-0) de visitante, no logre sus objetivos ante el equipo charrúa de Plaza Colonia, que es la segunda vez que participa de la Copa Sudamericana. Éxito para, Luis Amaranto Perea, orientador del cuadro barranquillero, sus dirigidos y toda la fanaticada del onceno Tiburón.

NUESTRA HISTORIA...

Por allá, por los años 1970-1978, los equipos de la sultana del Valle, deportivo Cali y américa; dirigidos por, Carlos Salvador Bilardo, y Gabriel Ochoa Uribe(Q.E.P.D.),respectivamente; hacían sufrir al pueblo colombiano con las llegadas a la final de Copa Libertadores. Mis recuerdos de jóven, me traen a la memoria las derrotas en la final del cuadro verde, ante boca junior de la Argentina y Palmeiras de Brasil ; mientras el cuadro escarlata, sucumbía ante Argentinos Juniors, River plate y Peñarol . Entre estas remembranzas, veo al Pitufo deÄvila malograr un penal y a Bataglia, Gareca y Gonzales Aquino, malograr claras oportunidades de gol, durante los tres encuentros de final.   

Igualmente, mi mente reverdece con los argentinos, Benitez, Landucci y el tumaqueño, Willington ortíz, figuras entrañables de esa escuadra azucarera, que puso en alto los colores de nuestro balompié, y en una época donde los jugadores nuestros no tenían vitrina internacional. El argumento predominante era que no teníamos la jerarquía de un Boca, Peñarol, Cerro, Palmeiras, Olimpia. foto: Colombia.as.com

En una reunión de amigos, un periodista ibaguereño, recién desempacado de la Universidad externado de Colombia, con sus tímidas palabras, en su turno de charla, dijo claramente, que a todo lo que ya habían dicho, Gustavo Torres Rueda, Marcelo Alzate, Carlos Giraldo, Alberto ortíz,y Alvaro ariza, sólo le restaba agregar un punto fundamental:" El día que un equipo colombiano tenga sólo jugadores criollos, nacidos en nuestro terruño, ese día seremos Campeones de Copa Libertadores." Todos se rieron. Dos años después,el 31 de mayo de 1989,Atlético Nacional "de  puros criollos" y francisco maturana; ganaban por primera vez el tan anhelado trofeo, y en el estadio, Nemesio Camacho "EL CAMPÍN" de Bogotá.

SEAMOS CREATIVOS

En la anterior página el animal escondido era: RINOCERONTE.

Hoy digamos el título de una novela que refleja el panorama de la mayoría de los colombianos al llegar la vejez.Está escondida en el texto: " La señora se puso brava con el que manda en el ejército. Ya casi se le olvidó leer. El cartero llama pocas veces."