OTRA VEZ RUEDA...¡ EN EL OJO DEL HURACÁN !
Foto tomada de: sp.depositphotos.comLuego de los tres empates de la Selección Colombia en la eliminatoria mundialista a Catar 2022, las críticas destructivas renacieron, en el ámbito periodístico, al considerar que pese a que nuestro país aparece cuarto en la tabla general de posiciones; al estratega nacional todo se le empapeló. El empate 0-0 ante Uruguay fue muy bueno, pero ante Brasil y Ecuador demasiado malo. Que de continuar así es fijo la eliminación del combinado patrio. Que falta James Rodríguez, que llamen otros dos volantes de armado, como: Arlan Barrera o el mismo Jaminton Campaz, porque de lo que le falta al tricolor cafetero es de un hombre creativo, que maneje los hilos del juego y abra la senda del gol, para un tigre Falcao que está hambriento de anotación, o para un Zapata, que no culmina con éxito las pocas posibilidades, que se le presentan en un juego con dos o tres llegadas.
Lo cierto del caso es que lo único bueno que dejó la eliminatoria en este mes, fue el caudal económico que mejoró el comercio barranquillero, con unas entradas superiores a los ciento veinte mil millones de pesos en el panorama hotelero, gastronómico y de licores. Si no fuera por el fútbol internacional eliminatorio, nada de esto hubiera sucedido, para la economía de un país que todavía está en crisis laboral desde el momento que la pandemia se dio a luz. Pareciera que el Covid-19 le está haciendo mella al balompié nuestro, que no levanta nivel en la liga y en la copa, y que en la eliminatoria anda de capa caída, pese a que las matemáticas y los otros rivales, estén jugando para clasificar a Colombia, menos el propio onceno dirigido por Reynaldo, quien se devana los sesos, por armar el equipo que vuelva a jugar como en el primer tiempo contra Chile, donde hubo calidad, ganas, orden y goles.
Por último, sólo basta esperar que algún ángel del cielo, ilumine a Rueda, para que los partidos que restan no le brinden, al pueblo colombiano, más momentos de angustia, desespero y eliminación. Aunque como dice un hincha del buen espectáculo, si clasifica y sigue jugando así, es mejor quedarnos a ver a los demás en el mundial, que a un cuadro cafetero, goleado y despedido en la primera ronda de Catar 2022. Démosle a Reynaldo Rueda, un ambiente de confianza y sosiego, fortaleza y creatividad.
CUENTE A VER MI HERMANO...
Un joven ibaguereño, a sus dieciséis años decidió buscar fortuna a la ciudad de Manizales. Sus padres se comprometieron con él, aportando la estadía, comida y transporte, mientras el técnico del onceno Albo, le determinaba si se quedaba o no en el equipo profesional de Caldas. Pasaron tres meses y el buen delantero pijao, demostró que tenía madera y técnica para ingresar a la plantilla profesional. El estratega del blanco, le dio la oportunidad de realizar varios entrenamientos, con la plantilla titular. Alberto Garzón, aprovechó muy bien esta situación, para demostrar su capacidad, y de inmediato integró el banco de suplentes del Once Caldas, que lo citó para la concentración en el juego ante Independiente Santa fe. Corría el día 21 de agosto de 1984, el estadio " Londoño y Londoño, se encontraba abarrotado de público, para ese clásico futbolero. El partido fue de toma y dame. El rojo se fue dos veces adelante en el tanteador, pero el blanco con decisión y orden, logró colocar el definitivo 2-2, que dejó a Santa Fe en el cuarto lugar de la tabla y al blanco en la décima casilla. El joven tolimense, sólo ingresó a la cancha en los dos últimos minutos, como para quemar tiempo. Cosa que no le permitió el lucimiento de sus condiciones deportivas.
Los días fueron pasando y Alberto no veía el momento de volver si quiera a la suplencia. El mes de noviembre culminó en las mismas condiciones. Los padres, se quedaron sin dinero para seguir apoyando a su hijo. Quién con un salario de ochocientos mil pesos, que le pagaba el club manizalita, hacía ingentes esfuerzos por sostenerse, fuera de su ciudad natal, donde sabía no le brindarían una oportunidad como esta. Pasaron tres semanas y el campeonato de reservas, tuvo una jornada muy importante, y se debió utilizar los servicios del tolimense, quien faltando tres minutos para acabar el encuentro, logró una gran jugada y driblando a dos rivales, anotó de pierna derecha el gol de la victoria. Ese día, Alberto no sólo fue destacado por el buen juego, sino también por la lesión de rodilla, que sufrió al momento de definir, cuando el cancerbero contrario le salió con pierna arriba y le clavó los taches en su rodilla izquierda, y lo sacó del partido. Luego de dos meses de atención médica del conjunto Albo, Alberto decidió regresar a Ibagué, desde donde tomó la buena determinación de dedicarse al estudio de la educación física, abandonando el fútbol definitivamente.
Busque la palabra escondida:
fonoganól.
