¿Y... CUÁL SERÁ EL SEXTO CABALLO APOCALÍPTICO?

Dicen los sabios de oriente que quedan  veinte o veinticinco años más de vida para la raza humana, por todo esto que estamos viviendo. La pandemia, el cambio climático, el deshielo, la crisis social, el desequilibrio económico de los pueblos, la constante ruptura de la capa de ozono, las armas nucleares, las provocaciones de guerra entre los Talibanes y los Estados Unidos, las batallas tecnológicas de los gringos y los chinos, la politiquería barata de muchos pueblos en América Latina, el contrapunteo de las distintas iglesias por apoderarse de la verdad, hasta el simple hecho de abandonar el mundo por medio de la Eutanasia o la misma legalización del aborto. Imagen tomada de: Reddead.fandom.com/

A lo anterior, no se nos puede quedar al galope, la cruenta contaminación de nuestro ambiente, que se ahoga entre el plástico, la droga, la deforestación, la violencia y lo que es peor aún, la súper-inconciencia del hombre, para cuidar su hábitat y respetar la madre naturaleza. La inteligencia dada a la creatura es usada para luchar incansablemente por el poder y el dinero, y todo ello ¿para qué?. La búsqueda de lo científico, lo intelectual, lo moderno, lo tecnológico, los avances de la medicina; pelean con lo espiritual, que es la base del AMOR fraterno. Si se desarrollara en el interior de cada ser, la doctrina de:" amaos los unos a los otros..." el mundo sí que cambiaría. Del barro surgiría la flor de Loto, de la cual habla OSHO, y todo sería diferente. El que tiene le compartiría al que no. Todos mancomunadamente, haríamos un frente común para acabar con las desigualdades, la violencia, el egoísmo, los celos, la envidia, la deshonestidad, el hambre de poder y la mediocridad que gobierna las naciones.

Hay que empezar por cada uno, en su interior. Conozcámonos por dentro, lo peor no está en el exterior, sino en el interior del individuo. La boca habla de lo que tiene el corazón. Si variamos nuestra forma de pensar, de actuar, de compartir, de ver la vida, de sentir al otro como mi prójimo, tenlo por seguro que el sexto y el séptimo caballo, del libro del futuro, jamás tendrán oportunidad de galopar con la espada de la destrucción y el caos, que hoy en día oscurecen el panorama del único planeta vivo de nuestra galaxia, hallado en la cama UCI del Centro Médico de los Naturalistas, que no duermen por intentar salvar, a como de lugar, el paraíso regalado por nuestro Padre Celestial.

LES NARRO UN CUENTO...

Germán, un jovencito de dieciséis años de edad, se levantó temprano de su cama este diez de octubre, pensando en la celebración de su cumpleaños. El reloj despertador no sonó a la hora programada, porque a su querida madre se le olvidó acomodar el botoncito del rojo aparato de los ruidos tempranos. Esto no molestó mucho al corpulento futbolista de la familia Suárez, que siendo sábado, planeó disfrutar de su día, primero con los compañeros de equipo y luego con sus pares del Colegio, Santa Librada en Bogotá. Con un desayuno de ensalada de frutas con leche condensada, maní, coco y queso rayado, y para mojar un jugo de naranja, le dieron al buen volante de armado las energías suficientes para realizar un buen partido. Mario pasó a recogerlo a su casa, afanándolo por tomar la buseta que los llevaría a la cancha del salitre, y enfrentar a los de la Academia. Ambos muchachos estuvieron en la nómina titular que después de los noventa minutos, lograron doblegar al contrario, con un marcador de dos goles a cero. 

Llegado el cumpleañero a su casa, pidió que le sirvieran cuanto antes el pollo a la marinera que pidió como caprichito gastronómico. Luego le dijo a los padres que le dejaran destapar los regalos anhelados. Al rato se dio cuenta que la camiseta y los tenis no eran de la marca deseada y se sintió mal. Sus padres le advirtieron que no tenían más dinero, y que debía contentarse con el detalle, a lo cual el deportista un poco alicaído, manifestó, que le dará pena exhibirse ante sus compañeros de colegio, y que las usaría para ir a la plaza a mercar.

Tristemente llamó a su amigo Esteban, para que le diera una vuelta en la moto, a lo cual le manifestó que con mucho gusto, que mejor le enseñaría a manejarla. Un rato después, Germán se encontraba conduciendo la moto de su amigo, aceleraba y le tomaba más confianza al aparato, hasta cuando se le atravesó un perrito que lo hizo caer violentamente. La moto quedó dañada en la parte delantera, con la cabrilla doblada, las direccionales izquierdas rotas y el conductor con su pie zurdo fracturado.

Encuentre la frase, pensando en gramática:

P---/ --/ E-u--o----e/ -u---/ -- /-a--o/