LA VIOLENCIA SE TOMÓ DE NUEVO LOS ESTADIOS
Colombia país de la inmensa alegría, donde a pesar de la pobreza, la discriminación, el desempleo creciente, la desigualdad social, la maldad, la politiquería, el narcotráfico, los grupos subversivos, la carestía, el sistema de salud quebrado y la inseguridad reinante; parece seguir enmarcado en los innumerables hechos de muerte, que día tras día, llenan los noticieros más reconocidos de nuestra patria; esta vez por culpa de los mal llamados fanáticos de los equipos deportivos, que no van a los estadios a disfrutar el deporte de multitudes, sino más bien a desarrollar tremendas batallas campales con los rivales de turno. Deposiphotos.
En menos de tres días, se ha registrado la muerte de cuatro hinchas del fútbol, a las afueras de los estadios, Atanasio Girardot y Pascual Guerrero, en Medellín y Cali respectivamente. Cuchilladas, piedra, machete y bala, elementos de agresividad profunda, se han utilizado, para acabar con la vida de quienes aman la pasión de la pelota, sin importar los hijos, esposas y padres, que lo han perdido todo, gracias a la intolerancia de borrachos, drogadictos y maleantes, que deben ser judicializados y desterrados de por vida de los escenarios balompédicos; porque de esta manera las puertas se cerrarán para propios y extraños.
Ya no más, señores directivos de los equipos profesionales. No patrocinemos los vejámenes de los seguidores. No permitamos más droga en los estadios. No respaldemos la crueldad y el desenfreno de los asistentes. Todo nos llevará a observar los partidos sólo por televisión. No hay de otra, debemos parar, hacer un alto en el camino. Reflexionemos si esto es lo que queremos. Vamos a esperar que le den muerte a un jugador, un periodista o un técnico de fútbol. Los niños, las mujeres, los ancianos, los deportistas merecen respeto. Abajo los bandidos. Fuera a los asesinos. Golpe a los criminales.
LES CUENTO UNA HISTORIA
Enrique tiene cuarenta años y se la pasa de estadio en estadio, viendo jugar a su equipo del alma. Gasta cerca de trescientos mil pesos cada mes: comprando las boletas de ingreso a los partidos del Deportes Tolima. Juegue en Ibagué o en otra ciudad, arma viaje sin importar sus hijos y señora, que se quedan en casa esperando a papá, quien llega regularmente en horas de la madrugada, cansado de tanto viajar y madrugar a su empleo de vendedor de fruta en la plaza del jardín.
últimamente, ha resultado con dolores bajos en su vientre. Le da mucho dolor de cabeza. Come mal ya que a veces no le alcanza la plata y debe regatear un tinto con un pedazo de pan. El médico le ha recomendado reposo total, pero se hace el de la vista gorda. Su señora le advierte que debe alimentarse mejor, pero no hace caso. Siempre dice: " de algo debe uno morirse" Sus hijos de ocho y doce años, le repiten que el fútbol no deja sino gastos y tristezas, que si sigue así llegará el día de morir en el camino.
La semana anterior, no pudo viajar a Bogotá. Tolima perdió dos a cero ante Santa fe. Cambió de técnico ya está por fuera de los ocho. Don Enrique quedó por fuera de su empresa, le robaron su mercancía.
Llene los espacios vacíos con adverbios de tiempo y cantidad.
Doña Isabela viajó esta -------------hacia Buenaventura, a comprar ------- mercancía, pues su almacén está con --------- elementos para la venta. Además debe aprovechar------- las rebajas de precios, porque se aproxima el día de la madre. Entre ----- compre ------- sus ganancias.

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