LOS INTELIGENTES AMAN LA CAMA

Quién lo creyera. Dicen los expertos que para tener niños muy sabios y dotados en los procesos cognitivos, la criatura debe tomar un hábito de sueño entre diez y doce horas diarias, para permitir el desarrollo de todas las habilidades intelectuales, y para no causar enfermedades como la diabetes, la obesidad, problemas hormonales, demencias o alteraciones a nivel emocional, que, se verán reflejados a lo largo de toda su existencia.

El pensar, recordar, asimilar, comprender, analizar, clasificar, reflexionar, indagar, proponer, y resolver problemas , sería todo un inconveniente mayor, para los padres de familia, que no hallan la forma de colaborar con su niño; porque no saben de la deficiencia intelectual que presenta, como resultado de no haber programado la rutina de sueño, tan necesaria desde el mismo momento de nacer. Muchos creemos que el muchacho heredó de su abuelo materno o de su padre, el ser malo para las matemáticas, la comprensión textual,  asimilar una situación problema en lo social; el no tener movimientos adecuados en la práctica de un deporte, en fin, presentar deficiencias mentales y físicas, en el aprendizaje de un tema o situación académica. En algunos casos la genética sí hace estragos.

Igualmente, el no tener la posibilidad de cumplir las diez o doce horas de sueño, todos los días, producirá en el individuo conductas de pereza, abulia, cansancio e irritabilidad. Además de notar conductas de agresión, por pérdida de control en situaciones de dificultad. También denotamos desmotivación para la realización de tareas, socialización de trabajos y actividades de solidaridad. El niño(a) o adolescente, no querrá compartir con nadie, no prestará atención a las indicaciones del profesor y su resultado será negativo. Así lo afirma la Neuro psicopedagoga, de la Universidad de Manizales, Miryan Yaneth Quintero, que además recomienda, a padres de familia y adultos responsables, tener como tarea fundamental, la creación de espacios adecuados para el sueño de sus hijos(lugares cómodos y oscuros), y así lograr que su salud física, mental y actitudinal, permita la formación de una persona integral; apta para una sana convivencia en comunidad.

ANÉCDOTA...ANÉCDOTA...ANÉCDOTA...

En una vereda del municipio de chaparral, en donde los muchachos debían caminar entre dos y tres horas, para llegar a la única escuela o institución que brindaba hasta noveno grado de educación básica secundaria. Cerca de quince jóvenes atravesaban dos o tres cerros montañosos, tres o cuatro quebradas, varios predios ganaderos, matar culebras por doquier, y ahuyentar los caninos que intentaban dejarle su recuerdo, por pisar predios ajenos. Entre ellos había una niña robusta, de cabello rizado, ojos negros, y piel blanca llena de pecas, de aproximadamente catorce años, de nombre María Paula, que al llegar al salón de clase, descargaba su mochila, se sentaba y de inmediato quedaba dormida. El profesor de turno, sólo le advertía a los compañeros de noveno grado, que no la fueran a molestar, que más bien cuando ella se levantara por segunda vez, le prestaran sus apuntes y le ayudaran con las tareas. 

Pasaron dos meses y todo continuaba igual. El profe Rengifo, le preguntó la situación, a lo cual la niña respondió, que le tocaba todas las noches moler maíz, para las arepas del desayuno, y levantarse a las cuatro de la mañana, para ayudar a su padre con el ordeño. La primera actividad le permitía acostarse a las diez de la noche y la segunda, levantarse antes que cantara el gallo, hasta las ocho matinal. Su ingreso a la escuela era a las nueve de la mañana, lo cual le obligaba a desayunar rápido, medio alistar los cuadernos y correr con sus amigos, para no quedarse del tren. La niña poco o nada hacía por aprender y cumplir con las tareas. Los demás profesores la consideraban y le ayudaban con las calificaciones. Todo para lograr que ella se graduara, al menos de bachiller. El tiempo pasó. La niña recibió su cartón de bachiller básico. Al no poder continuar sus estudio; por el bajo promedio en el Icfes, aceptó la propuesta matrimonial de su novio y después de cuatro años,  cuenta con dos criaturas de tres y un año de edad, respectivamente. Su padre vive orgulloso de ella, pues sigue siendo juiciosa y hace muy bien las tareas de ama de casa y esposa.

JUGUEMOS CON PALABRAS

El ejercicio anterior permitió formar palabras como: Miel, Mora, mago, mire, goma, regla, cura, lora, muela, romería, marco, luego, regalo, crema, etc.

Hoy, busquemos el animal escondido en esta palabra:"NORTENICERO", el ejercicio

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