SIEMPRE NOS OLVIDAMOS DE LOS PADRES
Con lo anterior sólo quiero significar lo que viene ocurriendo en esta nación, del sagrado Corazón de Jesús, dónde no sólo le quitamos los hijos a sus padres, sino que dejamos a sus padres sin ningún seguro de vida, porque cuando nos matan un miembro de nuestra familia, la pensión va únicamente para la viuda y los hijos, y a los padres solamente el recuerdo de su hijo amado, al cual se le dio todo, a cambio de nada. La deuda que obtuvieron para poderlo capacitar; todavía está vigente en la entidad bancaria, y la Nuera, que como su nombre lo dice, no era la mujer que pensábamos, recibe todo el dinero de la pensión, y ni un pan de dos mil pesos, le corresponde por cariño a los suegros o abuelos, que después de la muerte del hijo de ellos, ya no son parte de la familia.
LES CUENTO UN CUENTO...
Don Jacinto es un anciano de noventa y dos años, que vive solo, luego de enviudar de doña Felisa, y quedar con sus tres hijos, ya profesionales, casados, con dos hijos cada uno, y sus respectivas esposas, quienes decidieron , para evitar inconvenientes en casa, llevarlo a un hogar del abuelo; donde al menos tiene compañía y lo tratan con mayor cariño y cuidado, que en cualquiera de las tres casas, donde recibía regaños, llamados de atención, y discriminación de sus propios hijos; patrocinados por sus compañeras, que ya no aguantaban los escasos fines de semana, cuando el padre de todos, necesitaba que lo bañaran, y le dieran a tiempo las medicinas, para su problema de incontinencia urinaria y diabetes. Cosa inmanejable por los nietos y nueras, que sólo vieron como solución la inclusión en el ancianato.
Don Jacinto habla con sus compañeros de olvido, sobre todos los esfuerzos que hizo para sacar adelante a sus tres hijos, convirtiéndolos en profesionales; a punto de préstamos bancarios, y que cada tres meses recibe el saludo rápido y desinteresado, de uno de ellos, que es el único que al menos se acuerda, cada noventa días de llevarle un tamalito con pan integral y café en leche, que a duras penas puede degustar, porque las lágrimas del desencanto, casi no lo dejan saborear.
PONGA A FUNCIONAR SU CEREBRO...
La anterior solución; El presidente, Maduro.
Ahora, diga el personaje que está bien escondido en la frase:" ...y saca uno, dos, tres, cuatro, cinco rivales, le hace túnel al defensa, patea y ... no pudo por la línea blanca, que al hacer contacto lo derribó y... creo... que hay... penal."

Que tristeza, pero esa es la ley. buen comentario. No había pensado en esa situación.
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