Suena el timbre y todos aceleran su paso por ingresar temprano al plantel educativo. Desde las seis de la mañana, hasta las seis y cuarto, todos como en pasarela desfilan desde el portón de entrada hasta el salón de clase. Unos comienzan organizando su pupitre. Descargar su maletín pesado y lleno de cuadernos, lápices, lapiceros, colores, saca punta, regla, escuadra, transportador y corrector químico, además de trabajos y talleres de toda índole, reflejan el momento de demostrar a qué se va al plantel educativo.
Llega el profesor al aula de clase y unos pocos se ponen de pie, lo saludan cortésmente y se disponen a trabajar en lo que él tiene programado. Unos le hacen mala cara, por su mal genio, otros le sonríen y sacan su ánimo para elaborar en la tarea señalada. Los cinco individuos entre los doce y catorce años, se reúnen en torno al más indisciplinado, para observar de qué manera interrumpe la clase. No le importa sino llamar la atención de propios y extraños. Convertirse en el payaso del salón y recibir la amonestación del orientador, que pide a gritos , ¡silencio por favor! En este momento pierde el equilibrio emocional y alza su voz, para demostrar su enojo y realiza las anotaciones de rigor, para demostrar que todavía tiene el mando dentro de la clase.
Luego de luchar por ordenar su espacio de trabajo, el profe anota el nombre de los desordenados e intrépidos muchachones, que sólo buscan diversión, amoríos, desorden, caos, indisciplina y mala actitud, que culmina en las malas notas del periodo y en la visita de sus progenitores o acudientes a la sala de coordinación, de profesores o hasta del mismo rector, quienes deciden si los envían a descansar tres días en la casa o les otorgan trabajos pedagógicos dentro del establecimiento educativo.
El profesor que quiere cambiar a sus estudiantes, en cuanto al objeto de estudio, arenga a los adolescentes sobre el pecado que cometen contra sus padres al no dedicarse a cumplir con las tareas y enseñanzas de los maestros. Ustedes están engañando a sus padres. Hacen los que vienen a estudiar a aprender, y mentiras que su indisciplina no deja escuchar las explicaciones del docente y sólo logran perder el tiempo, engañar, entorpecer y obstaculizar el trabajo del educador, quien hace ingentes esfuerzos, porque cada cual lleve su conocimiento a casa y no dejarlo tirado en la calle, donde desarrolla peleas, riñas, combates de boxeo y enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que dejan varias lesiones entre los contrincantes, que día a día aprenden más resabios, que lo hacen perder el juicio y junto a eso, la razón de la existencia en este mundo de perdición y desobediencia.
LES CUENTO UN CUENTO...
Una señorita que alquiló su vientre para engendrar una creatura de otra pareja, recibe tres millones de pesos mensuales, por cargar un hijo ajeno. El tiempo pasa y la creatura se encariña con su madre física, que permite que la muchacha cambie su forma de pensar y decide mejor aislarse de los verdaderos padres, para tener su creatura en otra localidad del departamento. Ella visita todos los días la Iglesia , donde el cura Londoño le recomienda que entregue el bebé a sus verdaderos progenitores. Pero la joven madre no quiere devolverlo, pues dice que el pequeño es de ella y de nadie más.
Pasados cuatro meses de embarazo la joven visita a la pareja paternal del niño. Ellos se molestan por los dos meses sin saber de ellos. Lo que ocasión, quien se lleva la madrea un alto nivel de desconfianza sobre la muchacha, lo cual hace factible la intervención de la policía y la bebé duerme en un hospital de la localidad de Engativá. Llega el momento del parto y nace, Juan Victorio. Grande, fuerte, cabezón, corpulento, mono y de contextura gigante. Todos lo admiran por su cara y cuerpo tan fortachón.
Luego de envolverlo en pañales, y una sábana blanca, sale corriendo con rumbo desconocido, esconde al bebé en una maleta y logra tomar un bus enorme hacia la ciudad de Medellín. Allí se esconde de todas las autoridades y argumenta toda una historia con su nacimiento, y el abandono del padre. El niño crece en medio de la pobreza y como la mamá no sabe sino lavar y planchar ropa, come muy poco, su alimentación es escasa, comienza a sufrir muchas enfermedades que al final en menos de dos años, muere de desnutrición.
Hallar la palabra escondida... gasobrcare
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