AL FINAL FUERON CUATRO GOLES DE DIFERENCIA.
Este 16 de diciembre día en que empezaron las novenas de aguinaldo, por el nacimiento del hijo de Dios, Jesucristo, Emanuel, El Salvador, El Redentor, El Crucificado, El Cordero de Dios, El Hijo de María y El Rey del Universo. Los Ibaguereños, seguidores, hinchas y fanáticos del Deportes Tolima, observaron durante noventa y cinco minutos a un cuadro débil, desordenado, sin brújula, sin líder y mucho menos sin un técnico maduro, experimentado, campeón al menos una vez en Suramérica. Lucas Gonzales demostró que, es un muy buen aprendiz, como director técnico de un conjunto profesional de balompié en Colombia. Su planteamiento para la final, fue equivocada. Doble vez. En Barranquilla y en Ibagué. En ambos encuentros regaló espacios para permitir que Junior lo atacara por el flanco izquierdo, volviendo estrella al volante de armado, José Enamorado, quien marcó tres de los cuatro goles con que el conjunto tiburón se erigiera el nuevo Campeón del torneo profesional de fútbol. JUNIOR 4; TOLIMA 0
La afición de la tierra firme, llenó su estadio. Fue protagonista en un juego aburridor, inexacto, permisivo y permeable, que hizo ver un onceno pijao frio, mediocre, sin ánimo y eso sí con una incapacidad anotadora que en ciento ochenta minutos de confrontación, no hizo un certero lanzamiento a la portería juniorista quedando en cero los dos partidos. De nuevo la voz popular apareció en los labios de los seguidores tristes y acongojados, repitiendo: "El onceno tolimense vuelve a ser el cuadro "LECHÖN" lo engordan al principio y se lo comen al final. Lo cierto del caso es que ya tiene otro título de sub-campeón y puede participar en la próxima versión de la Copa Libertadores de américa 2026.
El director técnico, Lucas González, seguirá como orientador del cuadro Vino tinto, con tres o cuatro refuerzos extranjeros será un conjunto competitivo , para dar buenos resultados en casa y en el torneo suramericano. Un defensa, un volante diez y dos delanteros de potencia y buen remate bastará para que el onceno de la tierra firme, enmarque páginas de gloria a su fanaticada. Pese a la mala estrategia ordenada por González, que le regaló espacios a los barranquilleros y la oportunidad de anotar en cuatro ocasiones; sellaron una confrontación llena de expectativas, que al final sólo fue pelea de tigre con burro amarrado.
Adagio: El que ama a su esposa y al mismo tiempo quiere a su amante, sólo ama su pecado.
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