IBAGUÉ ENTRE LAS BASURAS Y EL DESORDEN VIAL

 

Hay amaneceres hermosos. Mañanas plenas de sol y calor. Ibagué se torna muy bello. Dan ganas de continuar viviendo en la capital de la música. De repente el panorama cambia de azul a negro, las basuras pululan por doquier. Las bolsas recolectoras están rotas, dañadas por los perros callejeros y los basuriegos que van a la casería de comida y elementos del hogar, como sillas, butacas, mesas, guitarras, libros, ropa, y toda una serie de mercancía de interés para los más olvidados de nuestra sociedad o mejor digamos de nuestra suciedad humana. foto Facebook-Nuevo Día.

Da pena mostrar calles pavimentadas, si las basuras y desperdicios alimenticios e industriales, son arrojados en las esquinas, dos días antes o después de el paso del carro recolector: conducta por demás reprochable, para una pléyade individuos faltos de cultura ciudadana y pertenencia citadina, cuando hay transeúntes, pasajeros en carro privado, que lanzan desde sus autos toda clase de desperdicios orgánicos, comestibles y desechos industriales, desde sus ventanas. Inconscientes de lo que causan, por considerar que cualquier calle o carrera, andén o escalera son adecuadas para tirar los cerca de treinta kilos de basuras, en cada esquina de la ciudad capitalina.

Qué podemos advertir con relación a la cantidad de motos, carros, camiones, buses y taxis de servicio público, que no respetan los semáforos, los transeúntes, los ciclistas, patinadores, atletas y ahora los conductores de patineta eléctrica que, exponen diariamente a sus menores de edad: agarrados, escasamente de la cabrilla. Los trancones interminables hacen factible que a las horas pico, las principales avenidas de esta musicalia de América, se encuentren atascadas, demorando su regreso a casa o al trabajo, cerca de hora y media.

Esta ciudad necesita de dos tramos viales de circunvalar, que acoja la mayor cantidad de vehículos en las horas de mayor circulación. Según los ingenieros y arquitectos interrogados, advierten que concejales y diputados deben planear la construcción de dos avenidas. Una que salga desde el barrio Belén y otra desde el sur de Ibagué. Ambos tramos con tres o cuatro carriles. Logrando encontrarse en casa de Moneda. Esta proyección des embotellaría nuestra capital y daría un desenvolvimiento vial importantísimo, con velocidades entre treinta y cincuenta kilómetros por hora.

Es menester, dar solución inmediata, a las dos problemáticas. Pedimos a los representantes del pueblo Tolimense e Ibaguereño, que conforman el Concejo y la Asamblea, den cabida a las posibles formulas, porque esta ciudad está nadando en la desidia administrativa. Nadie se responsabiliza de este caos en salud pública,  por las basuras y  los accidentes viales que ya suman un promedio de siete  por día, dejando DOS O TRES MUERTOS por acontecimiento.

QUE LA PAZ DE ESTA NAVIDAD LOS COBIJE Y EL AMOR VERDADERO LOS UNA.